3ra Carta a Ella...que lentamente deja de ser Ella...

Ya es tarde quiza, o tal vez muy temprano. Ya es de dia, o tal vez de noche. De todos modos no importa, los labios se aman a escondidas, los abrazos piensan con sus anteojos y las manos bailan con nuestras almas.

Cuando la vi volver...cuando vi sus ojos de boton otoñal, supe al instante que amanecia de nuevo en mi alma. El sol salia a saludarme con una sonrisa amplia como el cariño que le profeso. En cada una de sus poemas lo veia, veia esa mirada rota de tanto observar pero jamas mirar, Esos pasos dados con calma, pero a la vez pensado miles de veces. Vi su vida correr por delante de mis pupilas de nicotina.Todo tan rapido, todo tan instantaneo, como una fotografia.

Y hoy aqui estamos, usted y yo, delirando sobre la mesa de algun bar, sobre el lomo de algun dragon sin ojos. Armonizando en algun tono Bemol, siendo una melodia tan perfectamente erronea el uno con el otro. Quien nos entiende?. Nadie seguramente, somos demasiados abstractos, tanto que solo nos entendemos en sueños. Quien podra criticarnos?. Todos seguramente, somos demasiado punzantes, para un mundo que no acepta mas que las curvas suaves y deslizantes...

Pensar que fuimos tan rapido, tan rapido que casi caemos por los bordes. Tan lluvioso estaba el camino, que no parabamos de reir mojados por sapos y luciernagas. Que psicodelico soy, que mitologica usted. Que celestiales que son nuestros vuelos vespertinos, Deseando estar en el lugar donde siempre hemos debido de estar...

Y las palabras me faltan, las lagrimas coren solas, libres, quijotescas, por el jardin de mi rostro. OH! mi querida ninfa, que lejos esta de ser todas esas cosas que usted misma grita a su persona, que lejos esta de no parecer hermosa...que lejos esta...quiza de mi, quiza de el...quiza de todos...porque usted, OH! dulce ninfa que surrealista que es, que parece, que intenta ser...Siempre logrando, De una manera hermosa, consumar tal magnificiencia.

Ya no queda mucho mas por decir, de ahora en mas...tan solo sintamos lo que dicten nuestras gallardas almas. Simplemente dejo expreso en estas palabras, lo bella que es su voz cuando se acerca a mis oidos, cual pleamar de abejas. Lo sereno que es su abrazo cuando mi alma ya no aguarda tal milagro. Lo radiantes que son sus ojos cuando penetran mi desdiujasdo rosro en la inconciente niebla.

Me despido ya...cantando al viento lo que canto desde hace tiempo ya...usted no se da una idea, quiza siquiera se imagina...Lo mucho qeu extraño que llueva en mi corazon...