jueves, 28 de agosto de 2008

Buenos Aires, Malos Aires

Sobre la avenida las palomas llevan los corazones rotos de la ciudad
Los negros gorriones se picotean las almas hasta verlas sangrar
Descansa un Mendigo de fatigado andar con su tunica gris
Jesucristo vende algun milagro al son de un arrabalero cantar.
Los edificios se tornan gigantes que pisan el altar de lo mediocre
Y bajo la tierra los subtes se vuelven enrojecidos sueños
De las paredes eternas se desprenden rizos dorados en la fria tarde
un tiempo que pasado que vuelve a contarme sucios cuentos.
Cadaveres en traje bailan una cancion que la sangre escribio
y en sus maletines llevan los terciopelos que la tierra escupe en constitucion
Bueno aires, Malos Aires, Aires cin ningun tipo de razón.

1 comentario:

  1. Siendo porteño, hace siete años que vivo en el interior (Goya (Corrientes) para ser preciso), y no te imaginás cómo me cambió la visión de Buenos (Malos) Aires cada vez que vuelvo...
    Acostumbrado a la calma "chicha" provinciana, subir a un remis y salir "arando" de Retiro se convierte en una completa violación a los sentidos (O todo un Flash, dependiendo del estado de ánimo).
    No te olvidés que estamos hablando de "La Ciudad de la Furia".
    Acertada aunque dolorosa tu descripción...
    Saludos Poeta!

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