Grito...

A veces suponemos, que ya todo esta dicho, que tan solo basta con mirarse con complicidad para entender que es el momento justo para abrazarse, o simplemente para reir. A veces somos torpes ilusionadores de una realidad que no da lugar a las palabras, les tememos, las censuramos en gritos que explotan por dentro y las fatigamos en incesantes andares, en tragedias sin resolver.
Somos enemigos del vocablo, estlizamos los verbos como quien estiliza las mañanas a su antojo, una de sol otra de nubes. Ignoramos los manotazos de ahogados que nos envian desde el cielo aquellos que brotan en la tierra y regamos jardines de palabras para adornar plazas sin carruseles, sin bancos marchitados por el tiempo.
Resolvemos que vomitar un sinfin de delirios momentaneos, vale menos que un abrazo invalido, un abrazo lisiado de cariño. Preferimos el beso humedo, el beso inmenso antes que el certero golpe de las vocales disparadas por los labios en extasis. Nos adecuamos, al sexo frio, al sexo tibio y al sexo mismo con intencion de demostrar lo que una calida hoja de papel, desenrrolla en serenas oraciones.
No es aqui mi intencion, echar por la borda lo maravilloso del accionar humano, esa mano tomada, esa sonrisa idiota, esa sabana derruida por amor. No es mi maquiavelico plan, el de aniquilar ,con plumas empapadas de tinta, el suave sentir de su suspirar sobre mi pecho, o de sus lagrimas cayendo sobre mis brazos. Tan solo es mi grito, mi grito de quien jamas supo hablar con el alma, mas sino para vestir princesas que jamas fueron desvestidas...Es este mi grito...Tomalo...Y has de el tu cantar.

Palabras

 

Mi amor...Siempre las palabras fueron títeres de porcelana a la hora de interpretar los absurdos papeles que somos vos y yo. Dos enamorados del amor tratando de escapar todo el tiempo, por puertitas diminutas como un ratón, dos fénix renaciendo día tras día de las cenizas vertidas por los besos. Los verbos se muestran desnudos, aplacados por el frio del invierno, aquellos verbos que tanto ignoras pero siempre están presentes, aquellos que glorifico como a un dios griego. Sin embargo, no hemos necesitado mas que de palabras si quiera, para construir castillos de arena sobre el mar,para erigir un imperio de fantasías oblicuas sobre las tormentas del desierto feroz. Fueron las palabras aquellas que entrelazaron mis rizos color café con tu cielo de maravillas para volverlos un cuadro impresionista, fruto de la mano de pintor divino, tan delirante como certero.

Veo tu cuerpo, caminar por las circulares plazas, en ciudades que siempre duermen y tan solo despiertan para darte un beso de buenas noches. Te siento perdiéndote entre los malos aires para purificarlos con tu dulzor de pasajera de miles de trenes, que sin destino alguno, sobrevivirán a los embates del tiempo, parca escondida entre el mundo de los miedos. Y por sobre todas las cosas, te veo a ti, empapelando mi alma de imágenes violáceas, amalgamando mi torpe locura con las pestañas del ave que cubre tus ojos, deshaciéndome con tan solo un suspiro, arrinconándome para reclamarme todo lo que puedo darte.

Amor mío, tu nombre resuena en las paredes, mezclándose con los acordes que vomita un insensato piano y los versos que repulsan mis lagrimas de vidrio. Tu nombre se desliza por el tobogán de mi nariz para reposarse sobre mi pecho, ebrio de mares sin vientos, deseoso de vestir santos en la hora del entierro. Tu nombre grita el rumor de las hojas, crepitando en la hoguera de mi cuerpo, incendiándose para iluminar mi mirada crepuscular, olvidada por el olvido de miles de tuertos, deseando ser reyes de un mundo sin ciegos.

Estas son mis palabras, tan infantiles como precisas, tan románticas como surrealistas, tan pequeñas como mi cuerpo cuando se pierde entre tus brazos. Estas son mis palabras, las mismas que cubrieron tu alma entre el sol de febrero y los resabios de un banco sin fusilar. No queda mas que todo lo que nos queda, no queda mas que amarte y sentir que, por primera vez, toda palabra es menos que el misterio de tu mirar, toda palabra es menos que ahogarte en pétalos de alelí, toda palabra es menos que nuestra hermosa tragedia griega...

Amor Mío…

 

 

 

Entre horizontes aplastados por un mar eterno como el viento, te espero, agazapado entre rubias corcheas y lagrimas de telgopor. Veo tu nombre bosquejarse entre el humo barato, y las sucias avenidas, Observo como el sol brilla cada día, un poco mas. De lejos te siento, te siento moldear las caprichosas olas y vomitar sus curvas desde las puntas de tus dedos. Te imagino flotante,amalgamando las siluetas en la noche, las luces del día, las mañanas que aguardan desde el otro lado.

Amor mío, te pareces al rubor extraño que fulmina con su mirada a los corazones despistados, te pareces a ese acariciar de las tibias sabanas entre el frio de mis sueños, te pareces a todo lo que te tienes que parecer, a todo aquello que alcanzo con tan solo amarte, a todo aquello que mis palabras no pueden escribir.

Just say yes.

 

Dejame sentir tus labios
y desquebrajar tus ropas con mi mirada,
Te invitare a arremangar el sol
con un solo suspiro,
y a suicidar todo el misterio
que cubre nuestros cuerpos.

Ven conmigo a liberar los jardines,
que fueron apresados por un torpe sol,
y Juega en hermosos carruseles
sin corceles ni jinetes
que entorpezcan la belleza de tus ojos
reflejandose en los espejos de crayon.

Te asombras, por la idiotez de mis palabras
y la sinceridad de mi voz
que presa de eternas maravillas,
Pronuncia tu nombre hasta elevarlo
a un cielo donde ,con infantiles trazos,
dibujo las lineas de tu miedo,
para arroparlas en mi dulzor de primavera.

Te llevo dentro mio,
como las amapolas llevan al viento en su alma,
con un ciclope entre tus pechos
y una rosa en el resabio de tu ternura,
te observo, me maravillas
encantas cada callejon de mi ser
y lo llenas con sonrisas de carnaval
tan ingenuas, tan hermosas.