martes, 8 de diciembre de 2009

Poema y Poemita


POEMA


Amame, que el vidrio se quiebra
con cada gemido que prestas a las sombras de la noche.
Tocame, que tus labios sean el fulgor estelar
que eleve mis sentidos, los torne necias habladurias.
Hiereme, que la sangre caiga sobre mis cenizas
y renazcan los cuerpos en un suspiro crepuscular.

Me esperas alli
Tumbada sobre mis sabanas de alquitran
deseando que sea yo,
quien te corone princesa de ningun reino,
pidiendo a gritos la misericordia que jamas
me supiste entregar.

Y aqui yace mi cuerpo,
hundido entre la nicotina del tiempo,
consmiendose entre el humo de la fria supersticion,
y observando a la parca que aguarda mi despertar
para hundir el suave filo de sus besos color miel.

Hablame...
Hablame con esas palabras que solo tu conoces
que suenan tan peculiares en las cuerdas de tu rostro,
y que hacen rozar mi cielo, con el calor de tu infierno
volviendome ese hombre libre que fui al nacer
y que sere en algun tiempo perdido.




POEMITA




Entre los umbrales de las estrellas sin norte,
se encuentran vacios ya los anaqueles de mi alma rota,
desprovistos de labios sudorosos
desesperados entre el brebaje de la pasion
rogando por un dios sin espacio ni tiempo
que los quiebre de rodillas en un solo grito.