Tan eterno como el mañana

 

 

He preferido despeinarte esta noche. Despeinarte el alma, con alguna melodía que rescato del baúl de mis miedos. Despeinar tus pechos, con algún giro apasionado del firmamento de mis labios. Despeinarte la mirada, con las palabras que solo yo se decirte, que solo yo, se manejar. Esas palabras que en mi boca hierven, deseosas de un respiro eterno, y que en tus ojos se evaporan tornándose un mar de lagrimas, incontenibles y salvajes, que se deslizan por tu cuerpo hasta llegar a mis manos perdidas en el tiempo.

Suelto al viento, ese grito carnal de mi ser, ese gemir de mis poemas innombrables, ese cantar de los amores que perdí, olvidados en algún anden estaqueado en el frio de la soledad. No tengo mas nada que todo por tener, un rio de rosas o un jardín de peces, un puñado de mañanas al sol, un violín en la tormenta, un par de sueños sin terminar y mi ser, pequeño entre gigantes, para saltar un poco mas alto, de lo que acostumbro a saltar.

Es todo lo que tengo para darte, es todo lo que tengo para compartir contigo, oh! dulce dama. Has tomado cada parte de mi y la has hecho tuya. Tan tuya que mi rio de rosas, me recuerda a tus labios recorriendo mi piel. Tan tuya que concluyes todos mis sueños incompletos. Tan tuya que en el refugio de tus brazos, soy aquella hoja en blanco, en la que bosquejas esas fantasías que susurraste en mis oídos, esos finales que siempre acaban en tu sonrisa, ese sentir, que es tan tuyo como mío, tan efímero como eterno. Tan hermoso como el mañana…Vos y Yo.

Una mujer, esa mujer.

He visto a una mujer. He visto a una mujer devaneciendose en mis brazos de terciopelo, y derretirse como la parafina se derrite en el viento. Entre risas de nicotina y boreales palabras, esa mujer me ha mostrado las curvas en el cielo, los vaivenes del futuro, las metaforas de sus caderas, y ha sido, con su vibrante caminar, esa maravilla que solo mis sueños han ideado, esa fantasia de desnudas mañanas, de silenciosas noches.

He sentido a una mujer. La he sentido llorar en mi pecho, y observar como cada lagrima que se deslizaba por su rostro, era un puñal desgarrando mi ego, y como cada beso que improvisa con las cuerdas de sus labios, producen las melodias que ornamentan los paisajes mas oscuros de mi alma, y los transforma en millones de segundos congelandose en mi silueta, olvido del dolor, panacea de mi cuerpo.

He visto a una mujer. Y en ella te he visto a TI, Dama cubierta de tanto dulzor. He sentido a una mujer, he tocado a una mujer, he recordado una mujer, y en cada una de esas femeninas esencias, te he sentido a TI. Te he sentido como mi piel siente el suave arropar de tu candor, te he sentido en cada esquina, en cada pasaje, en cada rincon de mi torpe corazon. Te he amado en mil y una noches, y tambien en los inquietantes dias y te olvidare…Tan solo cuando la soledad me llame a recordarte.

He visto a una mujer…Te he visto a TI.

Recordarte, es un lugar hermoso.

 

 

Miradas que se cruzan, sonidos que no están, palabras olvidadas en un rio de precarias invenciones, precarias pero eternas como el viento que soplas desde tu vientre. Suaviza mis asperezas con un suspirar de nicotina, emanado por tus labios dulces, aquellos labios que en la profundidad de tu habitación, sobrevuelan el ambiente entonando sincopantes melodías. En cada rostro veo tu cielo deshaciendome en momentos, en cada fragmento de mi, vislumbro tu sonrisa quebrando la tension en el aire, en cada instante veo tu inocente caminar, en cada segundo veo nuestros cuerpos hundiendose en llamas plateadas, adornadas por el amanecer en tus celestiales ojos.

De quien soy yo sino es de ti?, de quien es esta torpe prosa sino es de tus furtivos besos en la noche?, de quien sera entonces esta sensacion de alcanzar todo con tan solo girar, sino es de tu dulce nombre, poesia del tiempo, lagrimas del ocaso?

 

 

Nuestro cielo, es un lugar hermoso.