He visto a una mujer. He visto a una mujer devaneciendose en mis brazos de terciopelo, y derretirse como la parafina se derrite en el viento. Entre risas de nicotina y boreales palabras, esa mujer me ha mostrado las curvas en el cielo, los vaivenes del futuro, las metaforas de sus caderas, y ha sido, con su vibrante caminar, esa maravilla que solo mis sueños han ideado, esa fantasia de desnudas mañanas, de silenciosas noches.
He sentido a una mujer. La he sentido llorar en mi pecho, y observar como cada lagrima que se deslizaba por su rostro, era un puñal desgarrando mi ego, y como cada beso que improvisa con las cuerdas de sus labios, producen las melodias que ornamentan los paisajes mas oscuros de mi alma, y los transforma en millones de segundos congelandose en mi silueta, olvido del dolor, panacea de mi cuerpo.
He visto a una mujer. Y en ella te he visto a TI, Dama cubierta de tanto dulzor. He sentido a una mujer, he tocado a una mujer, he recordado una mujer, y en cada una de esas femeninas esencias, te he sentido a TI. Te he sentido como mi piel siente el suave arropar de tu candor, te he sentido en cada esquina, en cada pasaje, en cada rincon de mi torpe corazon. Te he amado en mil y una noches, y tambien en los inquietantes dias y te olvidare…Tan solo cuando la soledad me llame a recordarte.
He visto a una mujer…Te he visto a TI.
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