Vi cientos de quebradas piernas bailar en extasisA decapitados cuerpos reir con sangre en los pulmones
Son aquellas las postales de noches sin sentido
Deja-vu entre sueños, fragelos aun precoces.
La Fruta prohibida mordió el acogedor abrazo
tonto pecado, peina su cabello vuelto bandoneón
sus uñas pintadas de madrugada, gimeron aiers cansados
sintiendo el abandono pero jamas la desazón.
Se nieblan los recuerdos carentes de locura fulminante
la luz atraviesa tus sienes, llenandolas de arrogancia
mecen las ropas de los desnudos, los arboles olvidados
el vino maltrata, derrochando de a ratos una pizca de elegancia.
Vuelan ya sus pesatañas, entre rimel y fulgor
Se desdibuja la mueca que pinto un gorrion que solo canta
La tarde masturbó sus ojos, eyaculando avismales hiedras
La mañana se estremece con los resabios de la hojarasca.
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