jueves, 28 de agosto de 2008

Palabras de una Amiga a Un Amigo


Ensuciando la ropa del trabajo con cal y cemento. Lamentando mi medio dia en el trabajo, comiendo en el piso.
Estoy en el quinto piso de una torre gigante donde solo hombres mejores que yo habitaran en el, donde solo hombres con dinero y tiempo podran habitar, criar a sus hijos...
El frio me seca la piel, y mi madre todabia no termino los guantes de lana. Creo que sin ellos el invierno va a ser mas frio. Anticipan semanas de frio, anticipan lluvias y mi camisa ya se mojo.
El papel sobre el que escribo sin que nadie se entere, cubre mi vida en blanco, en negro, en rojo, en verde. Es que necesito de mas papel blanco para ver mas colores.
Por aqui las mujeres solo pasean con vestidos de tonos verde pasto, de poeta de poesias azules y colores extraños, pero las veo cada vez mas hermozas.

El cuerpo es un avismo entre estos cinco pisos frios, casi sin terminar.
Mi cuerpo cae, y tengo miedo terminar en la cama y no mover mas mi piel seca en alguna torre, en alguna casa en algun dia en el que por fin veo como es reversible, la pobresa del hombre y como es la riqueza de los hombres.
A veces es melancolico salir de casa, y que el rocio moje mis pies, o a veces es lamentable ver como mis pies se mojan y otros se escapan del rocio, por que no conocen el frio de la mañana que sale del sur para amanecer con el sol en la cara en la gran cuidad.

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