Ha sido ella...

La del pelo azul esperaba, mientras sus largas mechas se tornaban verdes, lo que con paciencia construyó, lo que hizo todo lo posible por conservar pero que le fue arrebatado en una sola noche. Quizá fue porque se olvido de tratar lo imposible. La del largo cabello azul (verdoso) sufría casi en silencio. A veces es mejor dejar todo pasar sin inmutarse, sin tratar de cambiar el rumbo de las cosas, sin tener la esperanza de que algo algún día mejore, para que cuando el más mínimo cambio lleve la situación con viento a favor parezca un cambio enorme, una revolución.
Pero igual ella esperaba todo, sin conformarse con lo poco que había. Era de esperarse: merecía más, se lo había ganado. Ella esperaba, peinando su fino pelo azul verdoso, verde azulado, mientras veía por su ventana en la noche los sigilosos, misteriosos y sensuales movimientos de aquel gato que tanto le gustaba, entonces fue cuando murmuró que deseaba ser libre como él, libre en un aspecto que antes no se había imaginado, pero mientras seguía esperando, queriendo dejar de hacerlo, agradeciendo que ni ella ni el otro, el de la nariz de lino, creyeran en el Destino, se dio cuenta de que estaban condenados a estar juntos eternamente desde antes del principio de los tiempos, temiendo saber que estaba dispuesta a hacerlo aún cuando eso le costara más que la vida, atravezando lo peor. Qué suerte que no creyera en el Destino. Porque gracias a eso seguía esperando, mientras peinaba su largo pelo verde, con algún reflejo azul.

AUTORA: FFERDINANDA ó LA HIJA DE LA ANARQUIA ó simplemente ANA