La soledad cubre su cuerpo con invisibles deseossu mentiroso andar anida dudas en mi corazon,
ni el gorrion canta canciones de enamorados suicidas,
amantes de la muerte, sicarios del alma rota.
Despiertan al alba, mueren sin dios
Ahogan en vasos de agua sus pupilas de blanco papel
Y cruxifican a un juglar de canciones sordas
marchitando toda flor
en su cuello de fenix a punto de renacer.
No hay risas de verdugo, el filo de la espada
aguarda impaciente la sangre del inocente,
Quien demente,
vomita lagrimas de sal que se consumen
en su mirada de niño sin dios.
Veo en su inocente andar, el deseo de la alondra herida
Quien quema sus alas con el fulgor de su locura,
y quiebra mi ternura con un solo cantar
hundiendo mi cielo, y convirtiendome en la sombra perfecta
de la miseria mas cruda,
La miseria del poeta sin poemas.
Yo ya te lo dije, y lo repito acá, ese final, me encanta (:
ResponderEliminarSi, posiblemente ando perdida por ahí. Soy la persona más colagada del mundo y lo sé. Pero leo siempre tu blog, en lo que me cuelgo es en dejar comentarios.
ResponderEliminarTu poesía es cada vez más perfeccionista, más enigmática y con más tornasoles. No sé si me explico.
Sé que hay cosas que querés decir, vaya a saber a quien, y por una cosa u otra no lo hacés. Porque vos omitis. La pucha, si te conozco.
Segui escribiendo Fede, que tu poesía me deleita :)
Un beso.