Ya casi habia pasado una semana. La tinta de la lapicera se le estaba secando contra un escritorio que sus padres (Esperanzados en alguna carrera como la gente - Derecho, medicina, ingenieria-) habian puesto de prepo en su escueta habitacion. El Tipo habia decidido parar la mano un poco y disfrutar del momento. Si bien, la situacion no era como para tirar manteca al techo (La muerte seguia ahi afuera esperando a ver si la dejaban entrar); El Tipo no podia negar que las cosas iban mejor, que el viento habia empezado a soplar desde el sur y el frio presagiaba un invierno con las sabanas hasta la nariz y, por suerte, acompañado de piernas largas sin vestidos negros. El Tipo no tenia mas argumentos para seguir llorisqueando en el hombro de desconocidas que no querian escuchar sobre Ella y (En el mejor de los casos) querian un par de besos antes de dormir.
El Tipo se cebaba un mate tras otro. Tanta yerba y agua caliente verde iban a hacer del higado del tipo un frente de batalla. No importaba demasiado; siempre esta bien mantener las apariencias y si hay que tomar pavas y pavas (o termos y termos) de mate para lograrlo, el estaba dispuesto a hacerlo. Recien ahora a las cinco y media de la tarde de un viernes con probabilidades de lluvia y pocas probabilidades de salida nocturna; El Tipo se habia puesto a escribir una palabra tras otra. No sabia muy bien porque pero sentia que habia asumido una responsabilidad que no estaba en condiciones de asumir. Fantaseaba con un editor que lo llamaba cada 3 horas esperando una cronica que aun no habia ni empezado. Soñaba con un cadete que venia a buscar la columna en una motito destartalada y se sentaba a cebarle mates y escuchar el golpeteo del teclado. El Tipo se imaginaba miles de lectores esperando una nueva entrega, una nueva edicion de las desventuras o no de Un Tipo solo. Todo esto lo hacia sentir bien y cuando pensaba en tantas miradas expectantes sus manos se movian mas rapidamente (Liviandad en las extremidades. Alcohol y vanidad, no tan distintos). El Tipo pensaba en todas esas Minitas que iban a tener que secarse la frente despues de leerlo; en todos esos Tipos que iban a querer ponerse a escribir todos y cada uno de sus momentos de Tipo despues de pasar los ojos por las Cronicas.
Ya es hora de confesar algo sobre El Tipo que seguro, usted lector, ya se ha dado cuenta. El Tipo necesitaba que lo quieran. Pedia a gritos un abrazo, un beso, una palabra de aliento o por lo menos una mano ofreciendo un vino o algo para tomar. El Tipo destinaba cada uno de sus segundos sobre el mundo de los vivos (Que eran muchos dado su insomnio marca siglo XIX) a trazar lineas donde ya no caben mas; a decorar los arboles de la plaza con papel de diario o a melodizar los gritos de las carceles, los llantos de las iglesias. El sabia que su motor solo iba a llenarse de cariño.
Dejeme salvar un poco el cuero de este pobre Tipo. Necesitaba cariño, todo el que le puedan dar. Si, de acuerdo, pero Ella habia logrado (Con su adios repentino y su vuelta aun mas sorprendente) que ese cariño no se confunda con admiracion. El Tipo habia aprendido por las malas (Porque por las buenas nunca aprendio un carajo) que la admiracion es el alimento de los idiotas y el era el mas idiota de todos. Ella le regalo un cariño que hacia que toda la admiracion del mundo se convierta papita pa'l loro. El Tipo creia que solo iba a poder enamorarla si no paraba de darles motivos para hacerlo. Sin embargo Ella no queria un amor de excusas. Cuando él envolvia toda Plaza Serrano y se la llevaba hasta su casa, Ella se conformaba con un colibri que estaba a punto de sobrevolar sus cabezas. Cuando El Tipo juntaba diariamente jazmines, rosas, petunias, tulipanes y lirios, Ella olía un petalo y ya era feliz ¿Como puede uno resistirse al poder de lo simple? Si El Tipo ya lloraba con un gol de afuera del area y con las trompetas desafinadas de la barra; como no iba a entusiasmarse con su sonrisa al despertar y descubrirlo en su cama.
El Tipo ya se bajo un termo de mate y termino de escribir. Se dispuso a corregir los horrores de acentuacion (siempre tuvo quilombo con las tildes ¿Sera que siempre le costo acentuar?). Y ya estaba todo listo para que las palabras bonitas y bellas salgan a dar una vuelta por ahi y vuelvan llenas de besos y abrazos. Para Ella, saco un papelito del bolsillo y escribio una oracion; escueta, chiquita, casi inocente. Ambos sabian muy bien que eso iba a bastar para que la sonrisa mas imponente de todas se meta en el bolsillo del jean Levi's. El resto de las palabras El Tipo se las deja a ustedes. Por favor, si mandan besos y abrazos, coloquen su direccion. El Tipo estara mas que dispuesto a devolver cada uno de ellos.
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