domingo, 7 de febrero de 2010

Eterno...

De rodillas te ruego,
frente a una cruz sin cristo,
Dejame volver a ser
lo que quizas nunca fui.
Esa mariposa en primaveras sin nombre,
ese caracol violaceo, eterno como el viento.

Abrazame, como si mi cuerpo
fuese el tierno cantar
de un niño del cielo,
como si mis manos sean las cadenas
con las cuales amarraste
todo salvaje instinto de tu alma.

Desnudame, y come mi piel,
que el manjar de mi desnudez
se pasee en tu boca de peces sangrantes,
y hiereme, si es necesario,
para asi tornarme surreales sombras
que acallan las voces
de los lobos en la noche.

Recitas poemas sin versos,
mientras hundes mi voz
en un mar de suspiros demenciales,
aquellos que vomitaron tus pechos
cuando la noche se hizo tiempo efimero.

Ya eres prisionera,
de apocalipsis sin jinetes
y ya eres la sirena
que danza por la partitura de mis brazos,
no dejes de cantar, de engalanar mi sufrimiento
con el calido dulzor de tu voz.
Y No dejes de ser, el verdugo de mi esperanza
quien, con la fria caricia de sus besos
acalle mis lamentos
para tornarlos agonia.

1 comentario:

  1. Oye esta super bueno tu Blog te leere frecuentemente....espero que un dia me visites

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