He sentido como tu aroma, ha incendiado mi alma. Como esa fragancia de enigmaticos amores ha vestido y desvestido mi cuerpo, en miles de abrires y cerrares. Y en el balsamo de tu belleza, han descansado mis sueños mas profundos, mis anhelos mas preciados, mis verguenzas mas hermosas y mis talentos mas precarios. En ese rio de inmensidades, he visto reescribir las palabras que empuño con mis dedos de terciopelo y las he visto tornarse un suspiro en la niebla, un ciego frente al mar.
Tomas mis labios, y los empapas con el rocio de tu piel. Inundas el horizonte con los colores que tan solo vi en boreales atardeceres. Me sorprendo entregado a la magia de tus piernas cubiertas del velo plateado de tu locura.
Siento el aroma, el aroma a TI. La suave esquirla de tus maravillas. Todo este aroma, preciado candor, deseo de tantos hombres, hace estallar en mil pedazos la pequeña narracion, que he hecho de mi vida…La inmensa hilaridad , que he hecho de mi.
Y si bien sé que las palabras acuarelables que cantaron tu voz con la mía, se bifurcaron en mares desiertos habitados por algún dios olvidado, donde la miel de tus manos se escapa y se torna amapola entre los jardines aterciopelados por el sol, sigo rastreando tu andar despacio por el ensueño de este mundo rojizo y adorando al tiempo místico que supo aglutinar a la locura cósmica de dos seres como voy y yo, haciéndonos partícipes de la magia del respirar eterno del cielo bajo esta tierra tan celeste.
ResponderEliminarComo siempre... la que firma como anónimo