
El presente se transforma en lagunas
donde los narcisos del pasado
ahogan sus bellos rostros.
Peninsulas marchitas se desvanecen
entre tus dedos de arena
y vuelan sin desear
aquellos diamantes sin cielos donde brillar.
Las botellas se han cansado de llorar,
y la Libertad ha caido sobre mí
cual serenata sorda de cantor sin poemas.
Oh! cruel presagio del destino,
las noticias se repiten una y otra vez,
y las puntas de mis pies,
se elevan de esta tierra fertil,
para llevarme al limbo de las animas decapitadas,
al cielo de los caprichos sin corazon.