- El velo cubre mi sangre, los gorriones se alimentan con mi ser.
- En sus brazos, las marcas del deseo prohibido.
- Ella toma mi pecho para hacerlo polvo de primavera.
- Yo me entrego a su falsa misericordia, me desnudo en su lecho, me penetro con la mirada.
- Dioses moribundos alisan los vientos, preparando así, el funeral del ángel.
- Nuevamente ella, tan soberbia como idiota, tan humana como la marea.
- Nuevamente yo, tan culpable de tanta inocencia, tan perdido entre las etílicas sombras.
- El dulzor gatilla, el milagro no sucede.
- Ella se lamenta, yo, inmóvil en mi estupefaciencia, celebro la torpe victoria.
- La rueda gira…Todos pierden.
viernes, 23 de julio de 2010
Solución
Suscribirse a:
Entradas (Atom)